CUANDO EL ODIO DICE PRESENTE escupe su veneno a través de la boca insensata de los OPINADORES DE OFICIO O SIN OFICIO…
¿Qué importa el dolor ajeno? ¡Nada! no te duele, porque no es tu cuerpo ni el de la gente que amas, por lo tanto no es tu problema y desde tu esquina puedes mirar de lejos y emitir juicios de valor, burlarte del mal ajeno, alegrarte de la desdicha de tu prójimo y desearle hasta la muerte.
Te escucho decir: ¡Tuvo un pasado turbio! ¡Era esto o aquello! ¡Se lo merecía!
Te pregunto: ¿Y si fueras tú? ¿Si la tragedia la sufriera el padre tuyo la madre tuya? ¿Le lanzarían la piedra?
¿Acaso tu familia está compuesta de gente santa que nunca ha quebrado un plato?
No justifico ninguna acción contraria a la moral y la ética, pero tampoco justifico a quienes manifiestan sus miserias traducidas en odio, sus palabras son como la cizaña y en sus manos llevan listas las piedras porque se creen libres de todo pecado.
#DéjameContarte que no hay justo ni aún uno, la libertad de expresión nada tiene que ver con la promoción de ese odio enfermizo disfrazado de justicia.
¡Cuidado! Si no tienes autoridad es muy posible que todo lo que salga de tu boca sea como un bumerán y regresare a ti con más fuerza.
Escrito está: «Quien se sienta firme cuídese de no caer».
El que entendió, entendió.
Por Deisy Viana.-
**Las opiniones expresadas en la presente publicación es responsabilidad del autor(a)**