Al establecer en el artículo 5 de nuestra constitución que el ejercicio de la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo y que la ejerce directamente por la constitución y las leyes, se dispararon las alarmas de aquellos que desde siempre han manejado al pueblo a través de los partidos,(oligarquías antiguas y modernas herederas de una cultura que desvaloriza el sentido de patria) cuyas matices ideológicas solo esconden la insensata necesidad de medrar de la riqueza del territorio y del trabajo del pueblo.
Lamentablemente solo el comandante Chávez vislumbro el peligro que representaban los lobos de la política, y es digno hacer un análisis de las pocas ocasiones en que hizo llamados a la organización popular como proceso fundamental para la construcción del PODER POPULAR, dramático fue su regreso del secuestro orquestado en el 2002 ; profética, en el 2009 su alocución a la Asamblea Nacional, especialmente a los diputados del Chavismo a construir las leyes orgánicas que orientaran el Poder Popular, allí con fuerza y rabia pidió que acelerasen ese proceso, amenazándolos de hacerlo por la vía habilitante si ellos no lo hacían; Por otro lado en el documento de acción política del 2011, denominado líneas estratégicas hace un descarnado análisis autocritico del partido PSUV y llama a la acción contra el burocratismo y la corrupción. Finalmente, en el discurso del Golpe de Timón, llama a Comuna o Nada. Sería interpretado como de COMUNA, NADA.
Pero, no se entendió, pues en nuestro pueblo el populismo y el mesianismo forman parte de la forma de ejercer el poder político, de allí que siempre esperamos por un mesías que gobierne con justicia y omnipresencia, de paso que sea populista y que reparta riquezas y bienestar de forma gratuita. Estos aspectos de nuestra cultura política son un lastre para la democracia que requiere de ciudadanos, republicanos que conscientes de sus derechos, capaces de ejercer sus deberes y responsables de sus obligaciones sociales económicas y políticas, pueda resolver en solidaridad y con sentido de pertenencia los problemas que los aquejan. Esto no quiere decir que se deben olvidar del estado, es simplemente reconocer que el erario público debe servir para todos y no para el enriquecimiento fraudulento de unos pocos, que maravilla de la política venezolana, son los avispados, seres admirados en la cultura venezolana por su capacidad de apropiarse de créditos, contratos, empleos, donativos que son parte del erario público. No importa que robe, con tal que reparta. Una esperanza bien lejana, pues te entrega una centésima parte de lo que recibe.
Este fenómeno social, en el cono sur le dan el apelativo de caribismo, por su origen al mar caribe, pero se me antoja que se parece a la rapiña que los caribes exhiben al comer un cadáver. Con la diferencia es que no es un cadáver, es la patria viva que se consume en las ansias de administrar territorio y trabajo, no para hacerla productiva, es solo para disfrutar un pedazo. De esta rapiña que no toma conciencia de lo que planteo Chávez, que no entienden el sentido de la Patria que Bolívar nos dio, solo optan por la debida obediencia a los funcionarios que en ejercicio del poder público distribuyen dadivas para silenciar el impulso de progreso, con la complaciente conciencia de aquellos que reciben parte de ese regalo del despojo.
Si optamos por la responsabilidad social, el ejercicio del derecho y el sentido de pertenencia, tal vez podamos desarrollar el PODER POPULAR y cambiaremos el rumbo. Ahora, aquellos que cocientes del pensamiento Bolivariano, que animados por el sentido histórico del Chavismo y políticamente adscritos al Socialismo como ideología que defiende la democracia y la libertad frente a la Plutocracia de las viejas y nuevas Oligarquías que ahora medran del partido como espacio del Poder Público, debemos hacer una CAUSA COMUN, pues la oposición, solo quiere sustituirlos en el manejo de los recursos y peor aun utilizando al fascismo como medida de silenciar el ascenso del PUEBLO.
Por Yvan Hernández Bolívar
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