Venezuela.- Un informe de transparencia recientemente publicado por la empresa Telefónica, casa matriz de Movistar Venezuela, revela el uso indiscriminado y masivo de la intercepción de las comunicaciones de los venezolanos suscriptores de esa operadora, por orden de los organismos de seguridad.
Según el documento, en 2021 Telefónica interceptó las comunicaciones de 1 millón 584 mil 547 líneas de sus clientes en Venezuela, más del 20% de las líneas de teléfono o internet. Estas intervenciones se habrían hecho por órdenes del gobierno de Nicolás Maduro y significaron interceptar o “pinchar’’ las llamadas, monitorear los SMS, dar la ubicación de personas por sus teléfonos celulares o el monitoreo de su tráfico de internet. En el informe, los otros países ni se acercan al 1%.
En Venezuela se ha hablado por años de la prevalencia de llamadas pinchadas y el monitoreo excesivo e injustificado de otras formas de comunicación, pero por primera vez hay un rastro del alcance de esta amenaza a los derechos civiles. Aunque la interceptación de comunicaciones puede ser una herramienta para investigar crímenes graves, su uso debe ser acorde a los estándares de DDHH y el inmenso número de líneas interceptadas apunta a un abuso sistemático.
Cifras de otros operadores de telefonía y servicios de internet se desconocen pues no presentan informes de transparencia, pero se debe asumir que son similares, o posiblemente peores en el caso de las empresas del Estado.
La idea de que 20% o más de las líneas de telefonía o conexiones a internet, en otras operadoras, también pudieran ser espiadas por el Gobierno es un prospecto altamente autoritario.
Lo expresado en el informe de Telefónica, que además refleja las cifras de solicitudes en los distintos países en los que opera, coincide completamente con múltiples casos reportados, incluyendo un caso que documentamos en nuestro informe 2021 “Sin Derechos en #InternetVE”, donde destacamos cómo una ONG venezolana de DDHH que fue víctima de acceso no autorizado a una cuenta de un servicio de comunicación. Esto, a toda evidencia, ocurrió por la facilitación e interceptación de los SMS de verificación por parte de su operadora. Hemos alertado en los últimos años otros casos de periodistas y actores cívicos, cuyas comunicaciones han sido aparentemente espiadas.
Las revelaciones hechas en el informe resaltan la necesidad de que periodistas, voceros o fuentes, defensores de DDHH y activistas no utilicen llamadas de teléfono ni mensajes de SMS para comunicarse, sino que más bien usen medios de comunicación cifrados como Signal, incluso WhatsApp resulta mejor que un SMS o una llamada.
También refuerza la importancia de que los usuarios en riesgo opten por configurar la verificación de dos pasos de sus cuentas usando medios que no sean SMS o llamadas de teléfono, sino por medio de aplicaciones de autenticación como Google Authenticator y elementos físicos como llaves de seguridad.
Con información de Venezuela al Minuto